Busca la BUAP innovar en el mercado con patentes
Es la tercera institución de educación superior en el país con mayor número de solicitudes de patente ante el IMPI
Nanoderma, Estimulador de Crecimiento Vegetal y una Plataforma Robótica, tres productos marca BUAP que han alcanzado el estatus de innovación
BUAP. 7 de junio de 2015.- La BUAP es la tercera institución de educación superior en el país con mayor número de solicitudes de patente, registradas ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI): del 2011 a la fecha, un total de 133. Así, gracias al talento e innovación de sus investigadores, la Máxima Casa de Estudios de Puebla dispone de una oferta tecnológica, con productos terminados, algunos ya de venta en el mercado.
Jaime Cid Monjaraz, coordinador de Transferencia de Tecnología de la Dirección de Innovación y Transferencia de Conocimiento (DITCo), indicó que el programa denominado “Oferta Tecnológica BUAP” es una muestra de los resultados de la investigación científica desarrollada por los académicos de la Institución, para brindar soluciones a diversos problemas. Dichos proyectos están divididos en cuatro áreas: agroalimentación, electrónica y telecomunicaciones, energía y medio ambiente, y salud.
Actualmente, existen tres productos marca BUAP que han alcanzado el estatus de innovación. El primero es un talco cicatrizante para pie diabético llamado Nanoderma, el cual ya se comercializa en las farmacias universitarias Alexander Fleming.
Los otros dos son un Estimulador de Crecimiento Vegetal y una Plataforma Robótica, ambos se encuentran en la fase de escalamiento industrial, por lo que se busca establecer relaciones con diversas compañías para su comercialización y venta.
“Los trabajos han sido catalogados en www.ditco.buap.mx de acuerdo con cada una de las áreas antes mencionadas; en ese sitio se explican en qué consisten, cuál es el mercado potencial, qué valor agregado tienen, quiénes son los investigadores y qué problemas resuelven”, precisó.
Nanoderma
Este producto en un talco cicatrizante para personas diabéticas. Está hecho a base de una zeolita y extracto herbal. Al inducir una regeneración total de la piel dañada, su función es cicatrizar heridas y varices en los pies de los pacientes, además de evitar infecciones cutáneas causadas por cicatrices o quemaduras.
Su diseño estuvo a cargo de los investigadores José Miguel Ángel Hernández Espinosa, Fernando Hernández Aldana Martha y Alicia Salgado Juárez, el primero titular del Departamento de Zeolitas del Instituto de Ciencias de la BUAP, y los segundos de la Facultad de Ciencias Químicas.
El talco fue registrado ante el IMPI con el número de solicitud MX2013007856. Su comercialización comenzó en 2014 en las farmacias Alexander Fleming, con el nombre Nanoderma.
Estimulador de Crecimiento Vegetal
Este producto es una formulación hecha a base de bacterias, la cual estimula el crecimiento de plantas de jitomate, frijol, papa y maíz. Su uso permite un incremento en la productividad del campo agrícola, gracias al aumento de la disponibilidad de nutrientes hacia las plantas. Actualmente, su estatus de innovación, se encuentra en escalamiento industrial, previo a la etapa comercial.
El Estimulador de Crecimiento Vegetal fue registrado con el número de solicitud MX2013007978 y su elaboración estuvo a cargo de Jesús Muñoz Rojas, Yolanda Elizabeth Morales García, Dalia Juárez Hernández, Luis Ernesto Fuentes Ramírez y José Antonio Munive Hernández, académicos del Centro de Investigaciones en Ciencias Microbiológicas (CICM) del ICUAP.
Plataforma Robótica
Dicho proyecto es un brazo robótico que permite realizar múltiples funciones, como automatizar procesos de producción en la industria. Es posible añadirle aditamentos que le permiten pintar, trasladar objetos, soldar e, incluso, ayudar en acciones físicas a personas con discapacidad.
Se encuentra en escalamiento industrial y se está trabajando para que sea comercializado en breve. El número de solicitud de patente es MX2012001492.
Su diseño estuvo a cargo de Fernando Reyes Cortés, María Aurora Vargas Treviño y Sergio Vergara Limón, investigadores de la Facultad de Ciencias de la Electrónica, y de Jaime Cid Monjaraz, de la DITCo.
La BUAP ha realizado una importante labor en cuanto a la protección intelectual de los desarrollos tecnológicos de sus investigadores, a través del registro de la solicitud de patente ante el IMPI. Para que una solicitud de patente sea aceptada, el trabajo de investigación debe cumplir con tres requisitos: novedad, actividad inventiva y aplicación industrial.
Cid Monjaraz agregó que es de suma importancia animar a los empresarios, del país y el mundo, para que conozcan la tecnología que se produce en la BUAP, decidan invertir en ella y se generan mayores beneficios tanto para académicos, como para estudiantes y sociedad.
La BUAP cuenta con 133 solicitudes de patente: una muestra del nivel y calidad de la investigación científica en la Institución, tanto en el ámbito nacional como internacional, porque algunos desarrollos tecnológicos y hallazgos científicos han sido registrados en otros países, como Estados Unidos y España.