Acualizada : 30 de Mayo de 2008 : 06:27 Hrs
por:
Alejandro Camacho
Foto Rodolfo Pérez
La madeja de la “negolimosna” dogerista empieza a desenredarse. Primero los regidores avalaron la donación a ciegas y, ahora, Cáritas, en el nombre de Dios, jura que recibió la limosna y la vendió sin ver.
Los hechos apuntan a un fraude con todas las agravantes de la ley. Lo que regaló el dogerismo no fue chatarra, sino 121 vehículos en buenas condiciones y 19 más chatarra que en una venta normal pudieron haber dejado ganancias millonarias a la gestión anterior sobre todo a los bolsillos del extesorero y exsecretario de Administración respectivamente.
El 80 por ciento de los 147 vehículos donados se encontraba en óptimas condiciones, mientras que el 20 por ciento restante era chatarra.
Según un análisis, realizado por el regidor del PRD, Jaime Cid Monjarraz, a los dogeristas les dejó una ganancia de por lo menos 40 millones de pesos, tomando en consideración que 121 vehículos estaban en buenas condiciones porque se trataban de modelos 1998, 1999, 2000, 2001 y 2002, los cuales fue imposible vender a 2 mil pesos por ser chatarra.
De chatarra a chatarra
Aunque no existe una norma establecida para determinar qué vehículo se puede o no considerar como chatarra, sí existen ejemplos de cuando una unidad entra dentro de estos parámetros.
En el año 2001, la Procuraduría de Justicia del Distrito Federal, mediante el acuerdo A/007/2001, fijó algunas reglas para poder rematar vehículos recuperados por esta dependencia, los cuales no habían sido reclamados por sus dueños y que se consideran como “chatarra”.
Como primer parámetro se acordó que se tomaría en cuenta el deterioro de la unidad, también se estableció que para poder ser considerados como chatarra las unidades deberían tener mas de 10 años de antigüedad. Un tercer punto fue que se deberían tomar fotos de todos y cada uno de los autos clasificados como chatarra para tener un registro real del estado que guardaban cada una de las unidades que se remataron. Un cuarto punto fue establecer que, cuando el deterioro fuera ya total, el auto ya no se podría considerar como “chatarra”, sino como desecho.
La chatarra dogerista
10 vehículos son modelo 1998
16 modelo 1999
34 del año 2000
25 del 2001
36 del 2002
El resto fueron 26 vehículos chatarra que datan de 1975 y hasta 1983, los cuales sí se pudieron vender en estas condiciones.
Cáritas recibe a ciegas
El presidente de la Fundación Cáritas, Mariano Saavedra Burgos, se puso “la soga al cuello” al reconocer que en ningún momento vio los bienes que entregó en donación la administración de Doger, sino que sólo firmó el documento de recibido.
Lejos de solucionar las contradicciones en las que cayó durante la semana en cuanto a la donación de 147 vehículos supuestamente “chatarra”, computadoras y muebles, el presidente de la fundación “se dio el tiro de gracia”.
por:
Alejandro Camacho
Foto Rodolfo Pérez
La madeja de la “negolimosna” dogerista empieza a desenredarse. Primero los regidores avalaron la donación a ciegas y, ahora, Cáritas, en el nombre de Dios, jura que recibió la limosna y la vendió sin ver.
Los hechos apuntan a un fraude con todas las agravantes de la ley. Lo que regaló el dogerismo no fue chatarra, sino 121 vehículos en buenas condiciones y 19 más chatarra que en una venta normal pudieron haber dejado ganancias millonarias a la gestión anterior sobre todo a los bolsillos del extesorero y exsecretario de Administración respectivamente.
El 80 por ciento de los 147 vehículos donados se encontraba en óptimas condiciones, mientras que el 20 por ciento restante era chatarra.
Según un análisis, realizado por el regidor del PRD, Jaime Cid Monjarraz, a los dogeristas les dejó una ganancia de por lo menos 40 millones de pesos, tomando en consideración que 121 vehículos estaban en buenas condiciones porque se trataban de modelos 1998, 1999, 2000, 2001 y 2002, los cuales fue imposible vender a 2 mil pesos por ser chatarra.
De chatarra a chatarra
Aunque no existe una norma establecida para determinar qué vehículo se puede o no considerar como chatarra, sí existen ejemplos de cuando una unidad entra dentro de estos parámetros.
En el año 2001, la Procuraduría de Justicia del Distrito Federal, mediante el acuerdo A/007/2001, fijó algunas reglas para poder rematar vehículos recuperados por esta dependencia, los cuales no habían sido reclamados por sus dueños y que se consideran como “chatarra”.
Como primer parámetro se acordó que se tomaría en cuenta el deterioro de la unidad, también se estableció que para poder ser considerados como chatarra las unidades deberían tener mas de 10 años de antigüedad. Un tercer punto fue que se deberían tomar fotos de todos y cada uno de los autos clasificados como chatarra para tener un registro real del estado que guardaban cada una de las unidades que se remataron. Un cuarto punto fue establecer que, cuando el deterioro fuera ya total, el auto ya no se podría considerar como “chatarra”, sino como desecho.
La chatarra dogerista
10 vehículos son modelo 1998
16 modelo 1999
34 del año 2000
25 del 2001
36 del 2002
El resto fueron 26 vehículos chatarra que datan de 1975 y hasta 1983, los cuales sí se pudieron vender en estas condiciones.
Cáritas recibe a ciegas
El presidente de la Fundación Cáritas, Mariano Saavedra Burgos, se puso “la soga al cuello” al reconocer que en ningún momento vio los bienes que entregó en donación la administración de Doger, sino que sólo firmó el documento de recibido.
Lejos de solucionar las contradicciones en las que cayó durante la semana en cuanto a la donación de 147 vehículos supuestamente “chatarra”, computadoras y muebles, el presidente de la fundación “se dio el tiro de gracia”.
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