jueves, 28 de mayo de 2009

Brigada 68



Llegó la Brigada 68 al cabildo de Puebla para retirar a Díaz Ordaz de la vía pública

Javier Puga Martínez Puebla, Pue.


La Brigada 68, un grupo de universitarios que participó en el movimiento estudiantil que hace 40 años salió a las calles para protestar en contra de la represión social del gobierno federal, se presentó ayer ante el cabildo poblano para pedir que se le cambie el nombre al bulevar Gustavo Díaz Ordaz, al suroriente de esta ciudad.

El regidor del PRD Jaime Cid, durante la sesión de cabildo, recordó que el grupo de universitarios de la Brigada 68 hizo llegar a los regidores una solicitud en la que se menciona que la sociedad tiene diversas maneras de honrar y recordar a quienes han servido a la nación

La presidente municipal Blanca Alcalá Ruiz recibió la iniciativa de mano de los ahora académicos e investigadores Armando Domínguez, Julio Glockner, Aurelio Fernández y otra decena más. Aunque la alcalde no hizo ningún pronunciamiento sobre el tema, el documento fue turnado a las comisiones unidas de Gobernación y de Desarrollo Urbano y Obra Pública para su análisis, deliberación y posterior resolución.
A la discusión de dicha propuesta fueron invitados los universitarios poblanos que la presentaron la tarde de ayer, en sesión extraordinaria de cabildo.
La solicitud estuvo acompañada por una serie de firmas de un grupo de universitarios y de actores políticos, entre ellos Francisco Fraile García, ex líder estatal del Partido Acción Nacional (PAN), ex candidato al gobierno del estado y actual diputado federal por ese partido.
A pesar de que generó una discusión de casi media hora entre los regidores del PRD, el PAN y el PRI, el cambio de uso de nomenclatura a esa vialidad ni siquiera fue incluido en la información oficial que difundió ayer la Comuna de sus actividades del día.
Fue en el primer punto de los asuntos generales de la sesión de cabildo cuando el regidor perredista Jaime Cid Monjaraz recordó que los universitarios hicieron llegar a un grupo de regidores una solicitud en la que se menciona que la sociedad tiene diversas formas de honrar y recodar a quienes han servido a la nación y a sus habitantes.
Estos actos, agregó Cid, se convierten en memoria colectiva que se vuelve ejemplo a seguir, y así se enaltece, en ocasiones, a quienes dieron incluso la vida por la sociedad.
“No es fortuito que nuestra capital se llame Puebla de Zaragoza; nada nos tiene más orgullosos que ese nombre que nos remite a quienes defendieron la soberanía nacional... también fue legítimo y satisfactorio que el cabildo decidiera cambiarle el nombre a la avenida Maximino Ávila Camacho, decisión que aplaudimos como lo haremos con cualquier otra decisión en el mismo sentido”, dijo el regidor.
A nombre de los “ciudadanos libres” y en su derecho de petición hizo la solicitud formal al cabildo de cambiar el nombre del bulevar Gustavo Díaz Ordaz, una diagonal que comunica del bulevar 5 de Mayo a la avenida 14 Sur, en San Baltasar Campeche.
Aunque no se planteó otro nombre para sustituir al del ex presidente, las propuestas son varias, pero la nueva nomenclatura deberá ser en honor a quien haya hecho de su vida una causa a favor de la sociedad poblana.
Argumentó la oposición al ex presidente mexicano: “Gustavo Díaz Ordaz fue un gobernante despótico y autoritario, pero ése es un detalle menor frente a la actitud que asumió ante el movimiento estudiantil y popular en 1968, que culminó con la matanza de cientos de jóvenes y adultos el 2 de octubre de ese año en la Plaza de las Tres Culturas en Tlatelolco, ciudad de México.
“Ese solo hecho aún impune bastaría para considerarlo criminal –además confeso al asumir todas las responsabilidades de lo sucedido en ese infausto 2 de octubre– y someterlo a juicio no sólo de la historia, sino de las leyes que castigan los actos criminales.
“Nada de lo que nos pudo haber hecho (Díaz Ordaz) en su vida, antes o después del 2 de octubre, puede lavar el crimen o reinvidicar su nombre. Nos apena que una calle de nuestra ciudad lleve el nombre de un criminal, cuya vesánica decisión de asesinar quema todavía la conciencia de los mexicanos”.
Además de Cid Monjaraz se sumaron a esta propuesta ciudadana para presentarla oficialmente ante el cabildo las regidoras María Beatriz Fuente Velasco, presidente de la comisión de Educación Media y Superior, así como María del Carmen Lanzagorta, presidente de la comisión de Grupos Vulnerables.
Cuando Blanca Alcalá cedió el uso de la palabra a los regidores, fue evidente que la propuesta causó escozor entre los panistas Pablo Montiel Solana y Miguel Ángel Dessavre, sobre todo en este último, quien anticipó su abstención para votar la propuesta, a pesar de que sólo se presentó para ser turnada a las comisiones para su análisis.
Caso idéntico fue el del priista Humberto Vázquez Arroyo, quien simplemente se manifestó en contra de la propuesta.
La priista Lydia López Aguirre recordó que el movimiento estudiantil de 1968 marcó a muchos universitarios, no sólo en Puebla y México, sino internacionalmente, cuando los jóvenes se organizaban y apoyaban causas sociales; sin embargo, subrayó, no es el cabildo donde debe discutirse esa situación.
Al final, la iniciativa fue aprobada por 22 votos a favor y dos en contra, los del panista Dessavre y el priista Vázquez Arroyo para ser turnada a la comisión respectiva.

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