lunes, 25 de mayo de 2009

Reforma sobre la Familia

Cada año, en el mundo en desarrollo, se producen 19 millones de embarazos no deseados que terminan irremediablemente en una interrupción del embarazo en malas condiciones. Es deshonesto seguir pensando que en Puebla el aborto no existe, constituye un grave problema de salud pública y contribuye en forma importante a la mortalidad materna. Tenemos un subregistro importante en la materia, precisamente porque la legislación vigente propicia, en cierta medida, el clandestinaje. Todo deceso es lamentable, pero es particularmente tristes las muertes anunciadas. Y son muertes anunciadas, sin duda, las que genera la interrupción del embarazo oculto. El secreto de la práctica se traduce en la destrucción de la vida de las mujeres pobres. Ésta es la razón principal por la que se debe de discutir la Reforma a la legislación. Tener normas punitivas significa, objetivamente y más allá de las intenciones, optar por la muerte. Y esa opción siempre será condenable.
Cerrar los ojos a un fenómeno que se produce todos los días en las peores condiciones de higiene y de atención médica, con los riesgos que conlleva para la mujer, es la peor política, una fórmula ciega e despiadada que condena a miles.
Todos los días en México 12 mujeres mueren por causas ligadas a la maternidad. El aborto es la tercera de esas razones.
En nuestro país no hay estudios exhaustivos sobre las características de las mujeres que abortan, pero los datos con que contamos muestran que estas mujeres pertenecen a todo el espectro social: las hay rurales y pobres, urbanas y de buenos ingresos, profesionistas y analfabetas, amas de casa y jóvenes estudiantes. Lo que tienen en común es que han decidido poner fin a un embarazo. El jefe de la Unidad de Ginecobstetricia del Hospital General de México, hizo una encuesta a 100 mujeres que habían llegado a ese hospital por complicaciones de aborto inducido. Aunque los datos que obtuvo no son representativos de todas las mujeres que abortan, sí proporcionan indicios muy interesantes. Aquí algunos de los resultados:
Religión Católica 88%
Otra 12%

Número de hijos
Sin hijos 26%
De 1 a 4 hijos 50%
5 hijos o más 19%

Edades

Nivel de Instrucción
Analfabetas 16%
No terminaron la primaria 44%
Primaria completa 28%
Profesionistas 3%

Las mujeres en edad entre 14 y 30 años de edad un 40% se ven precisadas a interrumpir un embarazo y de este porcentaje un 15% llega a practicarlo poniendo en riesgo su vida y el 5% llega a morir.
Teodora (501-548), emperatriz bizantina esposa de Justiniano I. Gozó de gran popularidad y poder. Contrajo matrimonio con Justiniano I y se convirtió en emperatriz en el periodo de máximo esplendor del Imperio Bizantino. Después de su coronación por intervención de Teodora, el imperio cristiano bizantino había sido el primer lugar en el mundo donde el aborto era un derecho.
Gran legisladora, se encargó de dictar diversas leyes de corte feminista que protegieron ampliamente los derechos de la mujer.
De ella salió la primera ley del aborto que se conoce.
Mejoró la ley del matrimonio que daba máxima libertad, ya no estaban prohibidas las bodas de los nobles cristianos con mujeres de clases subalternas o de religión diferente.
Protegió del castigo al adúltero o la adúltera, ahora no se penaba con muerte el adulterio.
Estaban protegidas las viudas y los hijos ilegales.
Permitió el matrimonio libre entre clases sociales, razas o religiones.
Permitió que la mujer se pudiera divorciar libremente, ya no era una hazaña imposible.
Prohibió la prostitución forzosa.
Instauró la pena de muerte por violación.
Reglamentó los burdeles para evitar abusos debiendo estar regentados por las propias mujeres.
Mil quinientos años después, el retrato de Teodora en la Iglesia de San Vital en Ravenna Italia, es el mosaico más famoso del mundo. Esta obra maestra de la pedrería es, también el símbolo de la ciudad que la odiaba y que ahora vive de ella.

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