El escritor advirtió que falta una cultura lectora que se transmita desde los padres, y donde “las casas tengan una pequeña biblioteca, algún cúmulo de libros y un espacio que provoque el acercamiento” n Foto Abraham Paredes
PAULA CARRIZOSA
“En el país es muy difícil hablar del fenómeno de la lectura, y más cuando las personas del poder e instituciones como el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes o la Secretaría de Educación Pública (SEP) no crean dispositivos para promoverla. Al libro hay que abaratarlo y embellecerlo, hay que buscarle lectores”, mencionó el escritor René Avilés Fabila, quien de visita en la Universidad Autónoma de Puebla (UAP) ofreció una conferencia para celebrar el Día Mundial del Libro y los derechos de autor.
Alrededor de la plática “Los libros y la vocación de escritor”, que tuvo lugar el día de ayer en la sala “Severo Martínez” del Colegio de Lingüística, se abordaron temas como la política, las primeras lecturas, los autores, la memoria y la revolución, con el característico humor negro del cuentista de “70 años que lleva 50 como escritor y 40 como bebedor”.
Avilés, columnista en diarios de circulación nacional, expresó que fue ahí, en los periódicos, donde se enteró de que tan sólo 2 por ciento de la población en México lee un libro al año. La cifra, pequeña en comparación con otros países como Finlandia, Canadá o Francia, desalienta y no da el pretexto para festejar el Día Mundial del Libro, que se celebra hoy.
“Las autoridades del país, encabezadas por el presidente Felipe Calderón, tratan a las conmemoraciones como a su abuelita: las sacan un día a pasear y al otro las devuelven a sus cajas llenas de naftalina y formol”, estableció durante una charla minutos antes de su conferencia y refiriéndose a las próximos festejos por el centenario de la Revolución y el bicentenario de la Independencia que prepara la Federación.
Sobre ello, destacó que no hay ningún sentido en el festejo inmediato, como lo son las develaciones de placas o los renombramientos de puentes viejos que sólo se vuelven a pintar, sino que el proyecto debería ser contra la globalización y preocupado por definir una identidad nacional. “Necesitamos más Sor Juana y menos Michael Jackson”, enfatizó.
Para el editor de la revista El Búho, los mexicanos no se pueden confiar de un gobernante que confunde a Jaime Torres Bodet y que desconoce que fue uno de los principales personajes reformadores de la educación pública; por ello, calificó que el proyecto de la SEP –si es que lo tiene– no es algo que se pueda tomar en serio y que no hay que esperar que sea el Partido Acción Nacional el que tome las medidas para reformar en el tema.
Los libros en el país tienen que competir contra espectáculos frívolos como el deporte, la televisión y otras actividades de masas que no permiten que la gente se siente a disfrutar de una buena lectura, por lo que lo que hace falta impulsar y crear espacios para la lectura.
Avilés Fabila advirtió que, además, falta una cultura lectora que se transmita desde los padres, y en donde las casas tengan una pequeña biblioteca, algún cúmulo de libros y un espacio que provoque el acercamiento.
Durante la conferencia platicó acerca de sus primeras lecturas: la literatura clásica griega y romana, las fábulas de La Fontaine, los episodios revolucionarios descritos por Martín Luis Guzmán, El Quijote de Cervantes o el Ulysses de James Joyce, a quien su amigo Salvador Elizondo le recomendó leer en su lengua original.
“Todo lo aprendí de los libros”, expresó, y anunció que el próximo miércoles la Universidad Autónoma Metropolitana le entregará un reconocimiento como “profesor distinguido”, el cual aceptó, “porque se trataba de más paga e incluirá un vale que se puede canjear en el bar de la esquina”.
Roberto Martínez Garcilazo, director de la Casa del Escritor y amigo de Avilés, indicó que en próximas fechas tanto la UAP como la Secretaría de Cultura y el ayuntamiento de Puebla festejarán las siete décadas de vida del escritor.
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