Hombres en contra de las reformas constitucionales que penalizan la práctica del aborto
Cómplices por la Equidad / MenEngage México
Cómplices por la Equidad / MenEngage México
Existen diversas maneras de ejercer violencia contra las mujeres, de violar sus derechos humanos más elementales y de perpetuar la intromisión y el dominio de los hombres sobre el derecho y capacidad que tienen las mujeres para decidir sobre sus vidas y sus cuerpos. La prohibición del aborto es una de ellas. La ola reaccionaria de modificaciones a las Constituciones locales que se han aprobado en este país para penalizar el aborto, bajo el velo dogmático y fundamentalista de la “protección de la vida desde el momento de la concepción”, es la muestra de una violencia desmedida e injusta contra las mujeres, a través del aparato legislativo y sobre las bases de una concepción misógina del Estado.
Quienes suscribimos este pronunciamiento consideramos que estas reformas:
· Promueven las prácticas culturales e ideológicas más rígidas de los mandatos hegemónicos de género, imponiendo un sistema de creencias y valores fundamentados en nociones retrógradas que priorizan la procreación biológica, sobre la libertad y la vida de las mujeres.
· Refuerzan la indiferencia hacia las mujeres bajo el argumento de que es en el cuerpo de ellas y no en el de nosotros donde se lleva a cabo el proceso fisiológico de la reproducción.
· Mantienen y refuerzan la presencia del aborto como un problema de salud pública, debido a las muertes asociadas a sus complicaciones al ser practicado en condiciones inseguras.
Expresamos nuestra más profunda indignación y rechazo contra todas estas acciones y formas del quehacer político que vulneran y criminalizan a las mujeres. Sostenemos que la sexualidad y la reproducción son fundamentales en la vida de todas las personas y su ejercicio debería llevarse a cabo en el marco de la equidad, la justicia, la igualdad, la democracia y la libertad.
Nos pronunciamos a favor de que las mujeres tengan acceso a servicios legales, seguros y de calidad para interrumpir un embarazo a libre demanda; a favor de la prevención de los embarazos no deseados como una responsabilidad que debemos asumir como hombres críticamente comprometidos con la creación de formas y condiciones de vida para una práctica de la sexualidad más placentera y sin riesgos. Hacemos un llamado especial a la población masculina, jóvenes y adultos, para que se manifieste en contra de estas reformas y que a la vez asuman una postura reflexiva y solidaria sobre las siguientes preguntas:
Como hombres, ¿imaginan qué siente una mujer sin acceso a servicios médicos seguros, que tiene que esconderse, que expone su cuerpo arriesgando su salud, su vida y su libertad?
¿Imaginan lo que siente una mujer que es señalada, maltratada, denunciada y finalmente encarcelada por haber decidido interrumpir un embarazo?
Si los hombres fuéramos los que viven el proceso fisiológico del embarazo en nuestros cuerpos el aborto seguramente sería legal. Ya es tiempo de que los hombres nos liberemos de los mandatos hegemónicos de género que perpetúan la inequidad, la violencia y las injusticias. Reconozcamos cabalmente que las mujeres—compañeras, hermanas, amigas, madres, esposas, hijas, tías, sobrinas, novias—que deciden interrumpir un embarazo son personas con dignidad y derechos humanos, no criminales, y tienen el derecho de decidir sobre sus cuerpos y sus vidas.
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