BOLETIN DE PRENSA 30 DE SEPTIEMBRE DE 2009.
2 de octubre de 1968
Los jóvenes del 68 en varios lugares del mundo vivían las imposiciones conservadoras de la época en lo religioso, en lo familiar, educativo y civil, se vivían tiempo de voluntades oprimidas en todos los aspectos, los jóvenes estudiantes despertaron y comprendieron rápidamente lo que era vivir en libertad, su derecho a manifestarse a ejercer en lo cotidiano una forma de actuar y de ser, haber ganado la conciencia de la acción a ejercer una rebeldía juvenil con causa, al entender que el hombre se realiza plenamente cuando se es libre y que ese movimiento del 68 enseño a ser verdaderamente libres. El autoritarismo gubernamental de ese periodo nunca entendió a los jóvenes en su demanda de reformas realmente moderadas y democráticas la destitución del jefe de policía, la derogación del artículo penal a todas luces inconstitucional que contenía afrenta a los derechos humanos al considerar la opinión disidente como un delito, la libertad de los presos políticos en los que se encontraban destacados académicos, escritores e intelectuales. Apenas hace dos años se da una resolución histórica, la justicia determinó que sí hubo genocidio planeado y ejecutado por el gobierno de la época, estamos ni más ni menos ante el mayor crimen cometido de la segunda mitad del siglo XX en México, el mantener el nombre de Gustavo Díaz Ordaz significa una exaltación, un homenaje, una apología de acción a personas que han cometido el delito de genocidio, violatorio a los acuerdos de observancia que tiene firmados México. El 68 no solo fue una demencia, una represión policíaca-militar, fue también un atentado contra la inteligencia, contra las instituciones que generan el conocimiento, la imaginación, la estética y la creatividad de un país,
La Brigada 68 presentó una solicitud al Cabildo para que se le cambie el nombre al bulevar Gustavo Díaz Ordaz, por otro que honre realmente a quienes hicieron de su vida una causa a favor de la sociedad. Reconociendo que la sociedad tiene diversas formas de recordar y honrar a quienes han realizado actos o actividades en beneficio de la nación, de sus habitantes o de sus regiones. Una de las formas de honrar a quienes han servido a la sociedad más allá del deber, es colocar el nombre de esos personajes que destacan por sobre los demás por sus virtudes y entrega a sus convicciones, a calles, avenidas y bulevares. La propuesta fue quitar de las calles de nuestra ciudad el nombre del genocida Gustavo Díaz Ordaz, por la persistente agresión que tuvo hacia los estudiantes en 1968 y que culminó con el asesinato de cientos de personas en lo que hoy, lamentablemente, recordamos como la matanza del dos de octubre del 68 en Tlatelolco. No se logró convencer a la mayoría de regidores de esta propuesta. En cambio se acordó asignar al predio con una superficie de 4673 m2, de propiedad municipal ubicado en el Boulevard Xonaca entre calles 24 Norte y 22 oriente de la Colonia Xonaca de esta ciudad, la denominación de “Movimiento estudiantil de 68”, en homenaje a quienes participaron y perdieron la vida en los trágicos acontecimientos de 1968 en la Plaza de las Tres Culturas de la Ciudad de México. Además el Senado de la República aprobó la reforma al Artículo 18 de la Ley sobre el Escudo, la Bandera y el Himno Nacional, para establecer que el 2 de octubre el lábaro sea izado a media asta para conmemorar a las víctimas de la lucha por la democracia, según el dictamen aprobado con 77 votos a favor y seis abstenciones, la matanza de estudiantes ocurridos ese día en la Plaza de las Tres Culturas forma parte de la memoria histórica de México.
Este es nuestro blogspot: http://comunicacionregidores.blogspot.com/
Regidores María Beatriz Fuente Velasco, Maricarmen Lanzagorta Bonilla y Jaime J. Cid Monjaraz.
2 de octubre de 1968
Los jóvenes del 68 en varios lugares del mundo vivían las imposiciones conservadoras de la época en lo religioso, en lo familiar, educativo y civil, se vivían tiempo de voluntades oprimidas en todos los aspectos, los jóvenes estudiantes despertaron y comprendieron rápidamente lo que era vivir en libertad, su derecho a manifestarse a ejercer en lo cotidiano una forma de actuar y de ser, haber ganado la conciencia de la acción a ejercer una rebeldía juvenil con causa, al entender que el hombre se realiza plenamente cuando se es libre y que ese movimiento del 68 enseño a ser verdaderamente libres. El autoritarismo gubernamental de ese periodo nunca entendió a los jóvenes en su demanda de reformas realmente moderadas y democráticas la destitución del jefe de policía, la derogación del artículo penal a todas luces inconstitucional que contenía afrenta a los derechos humanos al considerar la opinión disidente como un delito, la libertad de los presos políticos en los que se encontraban destacados académicos, escritores e intelectuales. Apenas hace dos años se da una resolución histórica, la justicia determinó que sí hubo genocidio planeado y ejecutado por el gobierno de la época, estamos ni más ni menos ante el mayor crimen cometido de la segunda mitad del siglo XX en México, el mantener el nombre de Gustavo Díaz Ordaz significa una exaltación, un homenaje, una apología de acción a personas que han cometido el delito de genocidio, violatorio a los acuerdos de observancia que tiene firmados México. El 68 no solo fue una demencia, una represión policíaca-militar, fue también un atentado contra la inteligencia, contra las instituciones que generan el conocimiento, la imaginación, la estética y la creatividad de un país,
La Brigada 68 presentó una solicitud al Cabildo para que se le cambie el nombre al bulevar Gustavo Díaz Ordaz, por otro que honre realmente a quienes hicieron de su vida una causa a favor de la sociedad. Reconociendo que la sociedad tiene diversas formas de recordar y honrar a quienes han realizado actos o actividades en beneficio de la nación, de sus habitantes o de sus regiones. Una de las formas de honrar a quienes han servido a la sociedad más allá del deber, es colocar el nombre de esos personajes que destacan por sobre los demás por sus virtudes y entrega a sus convicciones, a calles, avenidas y bulevares. La propuesta fue quitar de las calles de nuestra ciudad el nombre del genocida Gustavo Díaz Ordaz, por la persistente agresión que tuvo hacia los estudiantes en 1968 y que culminó con el asesinato de cientos de personas en lo que hoy, lamentablemente, recordamos como la matanza del dos de octubre del 68 en Tlatelolco. No se logró convencer a la mayoría de regidores de esta propuesta. En cambio se acordó asignar al predio con una superficie de 4673 m2, de propiedad municipal ubicado en el Boulevard Xonaca entre calles 24 Norte y 22 oriente de la Colonia Xonaca de esta ciudad, la denominación de “Movimiento estudiantil de 68”, en homenaje a quienes participaron y perdieron la vida en los trágicos acontecimientos de 1968 en la Plaza de las Tres Culturas de la Ciudad de México. Además el Senado de la República aprobó la reforma al Artículo 18 de la Ley sobre el Escudo, la Bandera y el Himno Nacional, para establecer que el 2 de octubre el lábaro sea izado a media asta para conmemorar a las víctimas de la lucha por la democracia, según el dictamen aprobado con 77 votos a favor y seis abstenciones, la matanza de estudiantes ocurridos ese día en la Plaza de las Tres Culturas forma parte de la memoria histórica de México.
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Regidores María Beatriz Fuente Velasco, Maricarmen Lanzagorta Bonilla y Jaime J. Cid Monjaraz.
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