El compromiso fundamental que requiere la ciudad de Puebla y el país, es la construcción de una sociedad más justa. México sigue siendo una nación con gran marginación y desigualdad. Se requiere un municipio más solidario, que frene el empobrecimiento de miles de familias; que amplíe la calidad de vida y las oportunidades educativas, culturales y de recreación para los jóvenes. Un municipio menos desigual, donde se redistribuya mejor la riqueza con mejores salarios, con más empleos, también con acceso universal a los servicios de salud; en síntesis, donde se garantice el desarrollo humano, a fin de que se rescaten valores como: el respeto a los derechos humanos, el respeto cotidiano a la legalidad, para elevar la calidad de vida de la gran mayoría de los poblanos. Es necesario mejorar el apoyo a la educación superior, ciencia, tecnología y cultura, puesto que la educación es la base fundamental para el desarrollo humano de cualquier país. Una sociedad sin logros y avances educativos no tiene posibilidades de mantener altos estándares de vida para sus habitantes, es esto lo que está ocurriendo en México. Actualmente existen 33 millones personas que cuentan con 15 años o de mayor edad que no cuentan con los conocimientos más elementales para enfrentar la dinámica de una sociedad que avanza por el valor agregado que generan las ciencias, los lenguajes abstractos, los mecanismos informáticos y digitales. Esto los reduce a la condición de pobres por ignorancia, con la única posibilidad de acceder a empleos mal pagados, o al subempleo informal, o a ser sujetos cautivos para engrosar las filas de la migración o de la delincuencia, por desesperación y sobre todo por abandono social. Sólo una minoría privilegiada de la sociedad puede ser parte de la modernidad digital y tecnológica, por su capacidad para alcanzar altos niveles de educación formal, esto sólo hace más ricos a algunos y más pobres a todos los demás. El abismo se hace enorme cuando se sabe que para poder alcanzar un mayor nivel de bienestar y desarrollo se debe propiciar la producción de conocimientos complejos, así como favorecer la investigación científica, la innovación tecnológica y la capacidad institucional del Estado para promover sistemas nacionales de amplio aprendizaje social. La cruel situación que se padece en la educación en México es la muestra incontestable del atraso político y económico que subsiste en los tres órdenes de gobierno. Enfrascado como está el sistema educativo en los enredos, tan descomunales como trágicos, pero tan beneficiosos para las minorías que los promueven. De las cúpulas del SNTE y de la SEP, no es posible esperar ningún cambio positivo en la relación de la educación y el mejoramiento de los índices sociales y económicos para alcanzar mayores tasas de desarrollo humano. Coincido en la idea de una refundación de la República mediante un acuerdo nacional como la ha señalado el Rector de la UNAM Dr. José Narro, debe de existir una estrategia económica que requiera un Estado de bienestar que garantice los derechos sociales en condiciones de igualdad y sustentabilidad. Que culminan en la cultura y el conocimiento: el esfuerzo portentoso que por medio de la ciencia, la educación y la tecnología habrá de realizar el país para colocarse a la altura de su tiempo y de su gente.
miércoles, 9 de febrero de 2011
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