La Jornada de Oriente - Puebla
JAVIER PUGA MARTÍNEZ
Realizar una obra hidráulica sobre el río Alseseca para facilitar la instalación de la empresa Wal Mart en La Margarita no sólo requerirá una inversión millonaria, sino que representará un severo riesgo a la población, en especial para quienes habitan en la colonia La Hacienda, que se ubica a 500 metros aguas arriba de donde se pretende instalar el centro comercial.
Aunque es posible encauzar al Alseseca, jamás existirá un “riesgo cero” en ese cuerpo de agua, por lo que los costos de posibles pérdidas de vidas humanas, así como para pagar los daños a las viviendas perjudicadas por inundaciones de hasta un metro y medio de profundidad, serán más elevados que las acciones que hoy se pueden realizar si se respeta el cauce natural del río y no se permite más la invasión del mismo, consideró el especialista en ingeniería hidráulica e investigador César Solís Gómez, propietario de la empresa Ingeniería de Innovación Integral, quien fue consultado sobre la inversión de 18 millones de pesos que conjuntamente realizarán la trasnacional y el gobierno federal para evitar la inundación de un nuevo supermercado que pretende instalar en esa zona el consorcio Wal Mart de México.
Lejos de infundir temor entre los habitantes de La Hacienda, La Margarita y otras demarcaciones asentadas regular e irregularmente a las orillas del Alseseca, Solís Gómez subrayó que de lo que se trata es de crear una “cultura de la prevención de desastres y de peligros”.
Afirmó que esa “cultura” no es la de entregar cobijas y láminas después de una contingencia, sino de analizar el riesgo y mitigarlo evitando cualquier tipo de construcción, incluyendo la de unas canchas de futbol planeadas a un costado de la nueva tienda, entre el puente de la avenida de Las Torres y el puente Nezahualcóyotl.
“El río jamás va a modificar su cauce, y si la propia naturaleza nos está diciendo que ahí se encharca, eso va a pasar un día”, subrayó el ex académico universitario. En cambio, si se deja el lugar tal cual está le permitirá a la ciudad ganar más áreas verdes que, señaló, buena falta le hacen y se evitarán riesgos en el futuro.
El investigador agregó que no está en contra de la labor que hacen los inversionistas, pero sí de tirar, literalmente, una inversión en una zona de encharcamiento, “porque tarde o temprano el río se los va a recordar”.
Además, autorizar una obra en la que se aplicará dinero del erario también requiere de funcionarios que públicamente se hagan responsables de haberla autorizado, pues deben ser ellos quienes responderán por lo que pase en el futuro.
JAVIER PUGA MARTÍNEZ
Realizar una obra hidráulica sobre el río Alseseca para facilitar la instalación de la empresa Wal Mart en La Margarita no sólo requerirá una inversión millonaria, sino que representará un severo riesgo a la población, en especial para quienes habitan en la colonia La Hacienda, que se ubica a 500 metros aguas arriba de donde se pretende instalar el centro comercial.
Aunque es posible encauzar al Alseseca, jamás existirá un “riesgo cero” en ese cuerpo de agua, por lo que los costos de posibles pérdidas de vidas humanas, así como para pagar los daños a las viviendas perjudicadas por inundaciones de hasta un metro y medio de profundidad, serán más elevados que las acciones que hoy se pueden realizar si se respeta el cauce natural del río y no se permite más la invasión del mismo, consideró el especialista en ingeniería hidráulica e investigador César Solís Gómez, propietario de la empresa Ingeniería de Innovación Integral, quien fue consultado sobre la inversión de 18 millones de pesos que conjuntamente realizarán la trasnacional y el gobierno federal para evitar la inundación de un nuevo supermercado que pretende instalar en esa zona el consorcio Wal Mart de México.
Lejos de infundir temor entre los habitantes de La Hacienda, La Margarita y otras demarcaciones asentadas regular e irregularmente a las orillas del Alseseca, Solís Gómez subrayó que de lo que se trata es de crear una “cultura de la prevención de desastres y de peligros”.
Afirmó que esa “cultura” no es la de entregar cobijas y láminas después de una contingencia, sino de analizar el riesgo y mitigarlo evitando cualquier tipo de construcción, incluyendo la de unas canchas de futbol planeadas a un costado de la nueva tienda, entre el puente de la avenida de Las Torres y el puente Nezahualcóyotl.
“El río jamás va a modificar su cauce, y si la propia naturaleza nos está diciendo que ahí se encharca, eso va a pasar un día”, subrayó el ex académico universitario. En cambio, si se deja el lugar tal cual está le permitirá a la ciudad ganar más áreas verdes que, señaló, buena falta le hacen y se evitarán riesgos en el futuro.
El investigador agregó que no está en contra de la labor que hacen los inversionistas, pero sí de tirar, literalmente, una inversión en una zona de encharcamiento, “porque tarde o temprano el río se los va a recordar”.
Además, autorizar una obra en la que se aplicará dinero del erario también requiere de funcionarios que públicamente se hagan responsables de haberla autorizado, pues deben ser ellos quienes responderán por lo que pase en el futuro.
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