En el libro “El Estado en busca del Ciudadano” de Lorenzo Meyer menciona que “En México y en buena parte del mundo hay un malestar evidente frente a una concepción de la política en donde los que toman por sí y ante sí las decisiones que constituyen el entorno en el que transcurren las vidas del hombre común, son las grandes burocracias del gobierno y los partidos. Ese malestar se agudiza cuando esas burocracias son corruptas, irresponsables y no particularmente competentes, como las de México. Fueron dos teóricos italianos, Gaetano Mosca (1858-1941) y Vilfredo Pareto (1848-1923), quienes pusieron de manifiesto que en cualquier sociedad existe un grupo de políticos profesionales que, aunque dividido internamente y en lucha constante, en conjunto integra una clase con intereses comunes. Este grupo se impone a la comunidad y de ella vive. Desde la perspectiva actual, dentro de la sociedad mexicana, se confirma lo atinado de la visión de los italianos: las dirigencias políticas aparecen como parte de un todo particularmente ajeno e inepto y que no merece la confianza y el apoyo de la sociedad de la que extrae recursos considerables y a la que dice conducir. Habla de una crisis de representatividad. El sistema de los partidos de la novel democracia mexicana esta dominado por un conjunto de oligarquías burocráticas cuyo primer interés no es el servicio a los ciudadanos sino la preservación de sus privilegios. La experiencia demuestra que la calidad de la vida colectiva aumenta en la medida en que es mayor la densidad de esa red de asociaciones voluntarias, dedicadas a la formación, educación y movilización de la opinión pública. En sociedades donde existe una fuerte tradición de organización voluntaria e independiente, la democracia tiene mayores posibilidades que en aquéllas donde está ausente. Salvo por votar, el grueso de los mexicanos sigue sin actuar políticamente, y por importante que sea, el voto por sí solo no es suficiente. En buena medida el futuro de México depende del resultado de la lucha por consolidar a una Sociedad Civil eficaz, pues sin ella la democracia no estará segura”.
La gran abstención electoral que se ha dado en las elecciones recientes, así como la indiferencia ciudadana por la política en general, se debe en gran parte a las promesas incumplidas, han sido incapaces de presentar al elector auténticos proyectos de futuro: metas posibles, importantes y acompañadas de los medios para lograrlas. Sin pecar de injusto, la de este pasado inmediato y la de hoy puede ser calificada como política de mercadotecnia. Esos partidos se conformaron con hacer una campaña costosa, de millones de pesos de dinero público y vacío de contenido. Al final, los aparatos partidistas resultan incapaces de cumplir con su deber de formular y difundir plataformas significativas. Sus dirigencias sólo han formado una clase que vive muy bien de algo que hacen muy mal. Es necesario apelar al "sentido común" de los más necesitados, que muchas veces prefieren, y con razón, un ofrecimiento concreto a una simulación teórica sobre cómo llevar a cabo una política social que combata de manera genérica la pobreza.
Por un lado están las declaraciones y por otro las acciones, a Puebla la tienen llena de basura electoral sin propuestas para el Municipio, para respetar primero hay que conocer.
Puedes ver en el blogspot http://jaimecidmonjaraz.blogspot.com/ Regidor Jaime J.Cid Monjaraz.
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